viernes, 23 de abril de 2010

jueves, 1 de abril de 2010

CÁNCER

Los frecuentes casos de Cáncer entre los familiares de los primeros pacientes estudiados por mi padre, José Gregorio Contreras Pocaterra (1895-1958), lo hizo iniciarse en los estudios de cáncer y así lo publicó en su obra, Combustión Celular, en Caracas-Venezuela en 1938.
A partir de esa fecha viajó a Colombia donde publicó la tercera y últimas edición, regresando a su país en 1953 donde falleció cinco años después de un infarto cardiaco el 13 de junio de 1958.
La segunda parte de su libro lo tituló “Combustión Endógena” y lo dedico a las relaciones del metabolismo con el Cáncer. Pensó que el cambio de la célula normal a la cancerosa se debía a procesos físico-químicos por lo cual analizó los conceptos de ósmosis, disociación, disolución, saturación, cristalización, sobresaturación y nidal cristalino. Este último estado del ADN es el que ocasionaría el cambio nuclear en la célula que es hasta ese momento es normal. Por el incremento del ADN alimenticio no metabolizable la célula tiende a buscar una solución diferente a la expulsión patológica del mismo. Buscar otra solución es acumularla dentro de un lugar apropiado en el interior del cuerpo que sería en una célula cancerosa. Esta célula se reproduce en otras de iguales características y al incrementarse forma el tumor maligno que termina por destruir al huésped.
Sabemos que en el momento de elaborar esta teoría no se conocían todos los avances actuales de la Genética, pero eran consideraciones lógicas y avanzadas aun hoy en día.
Queremos ahora establecer las bases de lo que ha constituido nuestros basamentos terapéuticos:
1. Estos procesos no tienen nada que ver con las afecciones microbianas o virales.
Las células cancerosas no producen anticuerpos, no establecen inmunidad, ni se propagan por epidemias.
2. La localización del tumor no tiene ninguna importancia en cuanto al factor etiológico.
Siempre el Cáncer es de origen alimenticio, y lo único que puede hacer variar en algo las medidas terapéuticas son debidas a las funciones propias del órgano afectado.
3. Los tumores malignos no son sino Síndromes del estado general canceroso.
La célula cancerosa no ataca al organismo enfermo, sino que es la defensa del mismo ante la presencia de una proteína no asimilable.
La tendencia a destruir la célula cancerosa como una agresión externa no es el mejor método para curar el Cáncer. Hay que evitar la proteína ingerida lo cual conduce a la desaparición del tumor maligno por inutilidad de su actividad.
4. El tumor canceroso es específico de cada especie animal pues se construye en base al propio ADN del huésped humano o animal y dentro del metabolismo propio de la especie.
5. Quedan explicadas las razones que hacen posible el cáncer infantil y del porque de su mayor frecuencia en los adultos, pues a medida del pasan los años se incrementan las dificultades metabólicas proteicas.
6. El tratamiento curativo debe instituirse precozmente, e inclusive antes de presentarse el tumor, pero presta beneficios en todos los periodos vitales ya que al retirar las causas del tumor se detiene su crecimiento y van desapareciendo las innecesarias células malignas sin utilizar ningún otro método agresivo o invasivo, aunque creemos que la extirpación quirúrgica de un tumor puede ser beneficiosa pues acorta el tiempo necesario para recuperación del paciente dentro del control nutricional.
Bajo estas bases iniciamos hace casi 50 años los tratamientos de los errores del metabolismo, cuyas historias clínicas divulgaremos próximamente en este mismo trabajo.

DOCTRINA

I. Los trastornos metabólicos celulares no son de un solo órgano o aparato del organismo.
II. Todas las células en general son los elementos diferenciados para la combustión de las proteínas
III. Cada albúmina tiene un ADN específico. Hay alimentos que se asimilan bien pero se metabolizan mal.
IV. El ADN alimenticio está destinado a ser transformado por la actividad metabólica de la célula normal
V. Nuestro organismo no posee órganos o aparatos para hacer la eliminación normal de alimentos ya sean glúcidos, lípidos, aminoácidos o ADN.
VI. La eliminación de proteínas alimenticias no metabolizables se efectúa patológicamente por su expulsión como cuerpos extraños a nuestro organismo
VII. Sin ADN no hay manifestación de defectos metabólicos proteicos.
VIII. En los defectos metabólicos no se presentan nunca estados febriles
IX. La glándula de secreción interna tiene muy poca actividad metabólica para la combustión del ADN
X. Solamente un ADN no es extraño a la albúmina humana.

CAPITULO 4 – ENFERMEDADES POR DEFICIENCIAS METABOLICAS

Se caracterizan por la apirexia y por la presentación intermitente de los síntomas. Con períodos asintomáticos más o menos largos. Esto nos lleva desde el asma hasta probablemente la epilepsia.

•Aparato Respiratorio: Asma. Rinitis Espasmódica. Afonía. Tos.
El Asma es una afección muy estudiada y divulgada por la medicina. Solamente recalcaremos que con frecuencia la primera crisis se manifiesta con fiebre atribuible a una infección microbiana, lo cual trata de demostrar la relación entre esta enfermedad y las facultades inmunológicas del organismo. Las crisis no producen inmunidad y terminan en Enfisema al hacerse crónica.
Igualmente la enfermedad muestra sus relaciones con el sistema endocrino al agravarse durante los periodos menstruales. Son frecuentes los desencadenantes como el aire o las bebidas frías, etc. que a veces son considerados falsamente causantes.

•Aparato Circulatorio: Hipertensión Arterial, Palpitaciones. Extrasístoles. Varices. Hemorroides. Edema Fugaz de Quincke. Infarto del Miocardio. Todas estas afecciones se derivan de la deficiencia de combustión protoplásmica.
La Hipertensión Arterial es una enfermedad silenciosa y solamente se encuentran jaquecas y migrañas que siguen el ciclo de las 24 a 30 horas. Extrasístoles y Ticks nerviosos, afecciones de origen desconocido, pero tenemos un caso muy comprobado y estudiado debido a la ingestión de maní.
Las anginas de pecho y los infartos requieren un control de las proteínas ingeridas y los resultados beneficiosos se pueden obtener en un lapso de una semana. Los alimentos que más las provocan son la leche de vaca, la carne de res y el queso. Las varices ceden muy lentamente.
Las hemorroides se deben generalmente a la ingestión de huevos, rizomas o tubérculos.

•Aparato Digestivo: Úlcera gástrica y duodenal.
El sistema digestivo, además de las funciones propias está bajo las normas de todas las células humanas. Se curan con nuestra dieta básica del “Primer Grupo Alimenticio” visto en el capitulo anterior.

•Sistema Nervioso: Tinitus. Insomnios. Vértigos. Algias. Depresiones. Epilepsia.
Las afecciones del sistema nervioso frecuentemente se encuentran asociadas al ciclo de las 24 a las 30 horas.
Los pocos casos observados no nos autorizan a hacer recomendaciones especiales pero “CREEMOS” que la epilepsia cumple con las condiciones de apirexia y ciclos, ya que luego de las crisis los pacientes se encuentran casi totalmente normales.

•PIEL: Eczema. Urticaria. Pie de Atleta. Intertrigo. Psoriasis. Lupus.
Indudablemente el pie de atleta cede totalmente con un sistema alimenticio libre de condimentos de hierbas culinarias. Pero creemos que todas estas denominaciones médicas se deben a manifestaciones del mismo padecimiento metabólico en diferentes localizaciones, de intensidad variable y de origen metabólico.



CASOS CLÍNICOS
Iniciamos el examen del paciente para establecer un diagnostico preciso y sin lugar a dudas. Luego ordenamos una dieta estricta que no salga de los alimentos establecidos en el “Grupo Uno”. A más tardar, a las dos semanas, pero muchas veces antes de la primera, el paciente queda libre de asma o de las otras afecciones que hemos citado anteriormente.
Si por algún motivo queremos ayudarnos en obtener una rápida mejoría clínica, lo hacemos por medio de una inyección ideada por las investigaciones de mi padre y que fue patentada hace muchos años. Hoy no se encuentra en el mercado. Es un derivado del hiposulfito de sodio (único antialérgico en la época de su investigación). Es de acción corta y limitada que solo equilibra el metabolismo por pocas horas y se pueden hacer de inmediato nuevas pruebas alimenticias, pues tampoco ofrece efectos secundarios. En todo caso, si se presentan síntomas se deben esperar 2 o 3 días para que desaparezcan e iniciar las nuevas proteínas.
Estando el paciente libre de síntomas, empezamos la búsqueda del “alimento-causa” agregando un nuevo alimento a la dieta 2 o 3 veces por semana para observar si hay reacción o no entre las 24 a 30 horas después de la ingestión. Si se presenta una recaída o los síntomas iniciales conoceremos de inmediato la proteína involucrada aplicando una inyección del derivado del hiposulfito quedando el paciente en perfectas condiciones para continuar buscando los nuevos alimentos que puedan influir en su estado de salud.
El o los alimentos que son considerados como causas se deben retirar totalmente de la dieta y el paciente queda libre de síntomas a menos que ingiera estos alimentos prohibidos nuevamente.
Cuando no se disponga del inyectable indicado se tiene que esperar a que el organismo del paciente se libere totalmente del ADN responsable (lo cual puede durar hasta tres semanas) e iniciar nuevamente el control alimenticio.
En ningún caso se deben utilizar derivados de la cortisona pues es un producto demasiado fuerte y de lenta eliminación que trastorna el metabolismo haciendo desaparecer los síntomas de inmediato pero que oculta las crisis por un largo periodo de dos a tres semanas, aunque se ingieran las proteínas causales.

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Clearwater, Florida, United States
* Medico Cirujano graduado en la Universidad Central de Venezuela * Asistente extranjero en la Universidad de París, Francia * Radioterapia en la Universidad de Manchester, Inglaterra * Alergología(Dr. Hal Pern), Hospital de la Misericordia en Paris, Francia